Si somos amantes de los gatos, sin duda una de los aspectos que más nos llaman la atención son sus largos bigotes, tan característicos, tan bellos y que les otorgan un cierto aire de elegancia aristocrática.

Pero, ¿que sabemos realmente sobre estos llamativos bigotes? Qué son, para qué sirven, que pasa si los cortamos o, simplemente, se caen.

Vamos a contaros algunas curiosidades sobre ellos.

Pues, lejos de lo que puedan parecer, son simplemente ‘pelos’, más gruesos y con funciones algo distintas (que veremos a continuación), pero pelos.

Y no se encuentran sólo en el hocico, si no que también los hay repartidos por todo el cuerpo.

Su nombre técnico es ‘vibrisas’. Suelen tener 24 vibrisas, repartidas equitativamente a ambos lados de su hocico. Normalmente miden lo mismo que el ancho del felino y actúan como sensores para el animal gracias a las numerosísimas terminaciones nerviosas ‘altamente sensibles’ que existen en su base y que informan al felino sobre todo lo que le rodea.

Son el complemento ideal a la visión del gato y les permiten moverse y orientarse con total seguridad.

Los gatos no tienen una visión de cerca muy buena, sobre todo en condiciones de poca luz, y son estos pelos ‘sensores’ los encargados de enviarles información sobre el espacio en el que se encuentran, distancias, objetos u otros animales a su alrededor,… incluso sobre las variaciones en la velocidad y dirección del aire. Y toda esta información es fundamental para desplazarse, para orientarse y para cazar.

Efectivamente. Los gatos suelen mudar el pelo dos veces al año. También los bigotes, algo que durante la época de muda los desconcierta un poco al reducir su capacidad para calcular las distancias, pero vuelve a salir renovados.

Y, si te estás preguntando si, como se hace con el resto del pelo, es bueno cortar o recortar estos bigotes, la respuesta es no. Sólo le estaríamos creando un problema al animal.

Podemos considerar la caída de los bigotes como algo normal, siempre que no sea excesiva o vaya acompañada de un deterioro general del pelo, lo que podría significar algún otro problema de salud como alergias, dermatitis, intolerancia alimentaria, presencia de parásitos,… Ante esta situación, lo mejor es acudir a tu veterinario de confianza.